En los últimos años las tasas de inscripción en festivales europeos va en aumento y se ha convertido en uno de los cambios más importantes en la distribución en festivales. Una tendencia que nos viene de Estados Unidos y que tímidamente se está imponiendo, pero de manera muy heterogénea, según los países y las categorías de estos festivales.
En Estados Unidos las tasas son una de la vías más importantes para la financiación de un festival de cine, ya que, en muchos casos, son organizaciones sin ánimo de lucro. El cobro de tasas permiten generar ingresos de manera directa y en función del número de inscripciones. Los precios varían según la cercanía de la fecha límite de inscripción, el deadline, así nos podemos encontrar con varios precios: Early deadline, Regular deadline, Late deadline y en algunos casos el Extended deadline.
Estos precios pueden subir hasta un 50% entre el Early y el Late, por lo que conviene estar muy atentos a las fechas y establecer una correcta estrategia de festivales. Tambien nos podemos encontrar casos de deadlines gratuítos, o de precios únicos.
Estas pagos provocan que la distribución en Estados Unidos sea muy cara, ya que a los gastos habituales de envío, hay que añadir estas tasas (aunque los gastos de envío ya casi no existen, o se limitan al pago de algunas plataformas de inscripción). En algunos casos los festivales pueden invitar directamente y hacer una excepción del pago, en inglés «waiver», o bien pueden hacer descuentos.
El caso del Festival de Sundance nos puede servir de ejemplo, este sería su esquema de precios:
Vemos como el precio de inscripción de un cortometraje se duplica hasta los 80$ en el Late, siendo más caro que inscribir un largometraje en el Early, con 65$. Además, hay que tener en cuenta que Sundance suele comunicar la selección a finales de Noviembre, por lo que las opciones de selección se reducen.
Un caso europeo, paradigmático de la reciente evolución de las tasas, es Curtas Vila do Conde, que siempre ha sido gratuito, hasta hace unos años. El esquema que aplica es muy parecido al americano, pero con cambios en los precios. El «Early deadline» en enero son 7€, frente a los 12€ de marzo, en el cierre de la inscripción.
El pago de tasas encarece el proceso de inscripción y hay muchos festivales que no son partidarios de aplicarlas. Pero… ¿Porqué existen? ¿cuales son las razones que llevan a los festivales a cobrar tasas?. Estos podrían ser algunos de los motivos:
- Los ingresos están vinculados de manera directa con el número de inscripciones, por lo que se convierte en una importante fuente de financiación. Permiten, por tanto, contratar más programadores o simplemente pagarles.
- Limita el número de inscripciones, ya que obliga a planificar mejor la estrategia de festivales y estudiar si nuestra película tiene opciones de entrar en competición.
- Libertad de organización y de programación, al conseguir ingresos derivados de la propia actividad del festival, se reduce la dependecia de las ayudas públicas (como en el caso de los ayuntamientos) y permite mantener el festival en bases a los criterios del equipo que lo gestiona.
Veremos como evolucionan las tasas de inscripción en España, donde ya hay festivales que poco a poco las están aplicando. Está claro que estamos ante un proceso que solo puede crecer.
Federico Quilodran dice
QUÉ LARGO Y DIFICULTOSO RESULTA INSCRIBIR UN CORTOMETRAJE. PARECE QUE QUIEN DISEÑA EL PROCEDIMIENTO FUESE UN INEPTO.