– Actualización 25/06/2016 –
Ayer viernes, una semana después de la publicación de este post, la Academia de Cine publicó un nuevo listado de festivales corregidos.
En el nuevo listado se incluyen los festivales internacionales de documental y se añade la Mostra de Cine Latinoaméricano de Lleida al listado de festivales españoles, pasando de 31 a 32 festivales.
Ayer jueves conocimos las nuevas Bases de los Premios Goyas para cortometrajes y los nuevos listados de festivales, que cada vez son más importantes para el diseño de la estrategia de festivales.
Como viene siendo habitual en los últimos años, vuelven a cambiar, tanto en los requisitos generales, como en los festivales. Vayamos por partes.
En los requisitos generales encontramos ya un cambio importante:
2.2. Será condición indispensable para la inscripción de un cortometraje en cualquiera de las tres categorías que la fecha de certificado de nacionalidad sea anterior al inicio del festival donde se haya obtenido el premio o la primera selección del festival que permite la inscripción, según los artículos 4, 5 y 6 de las presentes Bases.
Es decir, debemos tener el certificado de nacionalidad antes de la celebración del festival, esto ya es un problema para muchos cortometrajes. La mayoría esperan para solicitar la licencia de calificación y el certificado de nacionalidad hasta conseguir la preselección, pero este año se quedarían fuera. Por ejemplo, si un corto seleccionado en Gijón o en Seminci en 2015 no tenía la nacionalidad antes del comienzo de estos festivales, aún habiendo obtenido el Premio, no podría optar a un Goya.
Además, con esta medida, muchos cortometrajes que solicitaban la licencia de calificación y la nacionalidad «a posteriori» ya no la pedirían, con lo que supone de perjuicio para tener un control de la producción anual y favorecer que los productores soliciten la licencia de calificación y la nacionalidad al ICAA.
En los requisitos de los cortometrajes de Ficción, nos encontramos varios cambios:
- Un acierto: En el listado de los festivales nacionales para ficción se menciona el Premio que preselecciona en cada festival, de esta manera se acaban los malentendidos.
- También se han reducido el número de festivales, ahora todos los festivales están activos y existen.
- Se abre la posibilidad de estar seleccionado en la «Sección Oficial» en, al menos, 6 festivales del listado: aunque en principio es una buena idea, puede provocar algunos problemas, por ejemplo, la Sección Oficial en Seminci suele incluir muy pocos cortos españoles, que tienen su espacio propio en La noche del corto español, que ahora se queda fuera de los Goya.
- Se mantiene la selección en un listado de festivales internacionales, que coincide con el listado de los Oscars.
Los cambios mas significativos los encontramos en Documental y Animación. Ahora, al igual que Ficción, también deben ganar un premio en un festival de un listado, o al menos tres selecciones en los festivales del listado (tres menos que en Ficción).
Veamos el caso del Documental:
- El listado de festivales nacionales es muy parecido al de Ficción, solo con algunos festivales dedicados al género, de los 29 festivales del listado, solo 4 son específicamente de documental: Alcances, DocumentaMadrid, MiradasDoc y Punto de Vista. En el caso de los generalistas, solo hay premio de Documental en otros 5: Málaga, Huesca, Lanzarote, Octubre Corto y Torrelavega. Es decir, de 29 festivales nacionales en el listado para los cortometrajes documentales, solo tienen garantía de conseguir premio en 9 de ellos.
- El caso del listado internacional es todavía peor: resulta que se toma como referencia el listado Oscars para cortos de Ficción y Animación y no el listado de Documental, como sería lo lógico y razonable. Por tanto, se quedan fueran los festivales más importantes como IDFA, Leipzig, Vision du Reel, Cinema du Reel, Hot Docs, etc.
En el caso de Animación pasa algo parecido en festivales nacionales:
- Los festivales dedicados al género son tambien 4, el 3D Wire, Animac, Animayo y Mundos Digitales; con premios específicos solo en 6: Alicante, Málaga, Lanzarote, Sitges, Torrelavega y Octubre Corto. Por tanto, como ocurre con el Documental, el corto de animación solo tiene garantia de entrar en los Goya a a través de 10 de los 33 festivales de su listado.
- En el caso del listado de internacional, al igual que Ficción, coincide con el listado de los Oscars.
En definitiva, volvemos a un nuevo cambio de bases, con algunos aciertos, pero con problemas y graves errores que deberían ser subsanados cuantos antes.
¿Qué pensáis de los nuevos cambios? (podéis hacer comentarios en el post).
Gerardo dice
Imaginemos que tenemos un cortometraje muy bueno, que lo gana todo en los mejores festivales de España y del mundo… pero no tenemos el certificado de nacionalidad antes de la celebración de esos festivales, entonces no podemos presentar nuestro estupendo trabajo a los Goya. Me parece demencial que prime un mero formalismo antes que la calidad y el trabajo de un buen cortometraje. No tiene ningún sentido.
ismaelmartin dice
Eso parece Gerardo, según las bases el certificado debe estar antes de la celebración del festival, lo que de entrada deja fuera a muchos cortometrajes, un abrazo!
Alejandro dice
En resumen solo los cortometrajes Españoles calificaran?
Ismael Martin dice
a que te refieres? Los Goyas son solo para cortometrajes españoles
A. dice
Imaginemos que tenemos un Rioja muy bueno, que lo gana todo en los mejores premios enológicos de España y del mundo… pero no tenemos el certificado del Consejo Regulador de Rioja antes de la celebración de esos premios, entonces no podemos presentar nuestro estupendo trabajo al Premio Baco que otorga la Unión Española de Catadores. Y no tenemos dicho certificado porque no hemos pagado, ni siquiera cotizado en la seguridad social por los recolectores, vendimiadores, transportistas, enólogo, ni por ningún otro trabajador que haya participado en el proceso creativo de ese magnífico Rioja, ni ha seguido los mínimos controles de salubridad que establece el Ministerio de Sanidad de España que garantizan que ese vino es óptimo para el consumo. Me parece demencial que prime un mero formalismo antes que la calidad y el trabajo de un buen vino. No tiene ningún sentido.
…
Imaginemos que tenemos un puente muy bueno, que lo gana todo en los mejores premios de arquitectura de España y del mundo… pero este puente no cuenta con el Certificado de Fin de Obra antes de la celebración de esos premios que le dieron por dicho proyecto, entonces no podemos presentar nuestro estupendo trabajo al Premio Nacional de Arquitectura que otorga el Colegio de Arquitectos. Y no tenemos dicho certificado porque no hemos pagado, ni siquiera cotizado en la seguridad social por los albañiles, herreros, ingenieros, arquitectos, ni por ningún otro trabajador que haya participado en el proceso creativo de esa magnífica obra arquitectónica ni ha pasado los controles que establece la Gerencia de Urbanismo que garantizan la seguridad del mismo. Me parece demencial que prime un mero formalismo antes que la calidad y el trabajo de un buen puente. No tiene ningún sentido.
….
(Aplíquese a todas y cada una de las disciplinas profesionales que cuentan con algún tipo de reconocimiento institucional otorgado por sus correspondientes asociaciones profesionales)
Gerardo dice
Estamos hablando del cortometraje como industria? Compararlo con la producción de un vino o la construcción de un Puente con los intereses económicos que eso conlleva? Creo que hay que separar el largo del corto, por mucho que prime el interés de ciertas productoras, que desaparezcan festivales de cine y que el corto esté regulado como si de un film comercial se tratase. Ya veremos cuanto tarda así en desaparecer el cortometraje …
A. dice
Estamos hablando del cortometraje como un producto artístico para el que es necesario el trabajo de cientos de personas anualmente en España; estamos hablando del cumplimiento de las leyes para la protección y seguridad de los trabajadores; estamos hablando de no echar por tierra todos los avances sociales en materia laboral que han costado décadas conseguir; estamos hablando de la bolsa económica de la Seguridad Social de este país a la que todos echamos mano cuando vamos al hospital y nos curan o nos quedamos en paro y cobramos el desempleo; estamos hablando de que, según la regla de tres «del interés económico», todas las personas empleadas en ONGs o fundaciones o entidades sin ánimo de lucro deben hacerlo gratis y sin cotizar; estamos hablando…estamos hablando, que no es poco, pero mejor nos iría si lo acompañáramos actuando.
B. dice
Oye A, tú del mundo del cortometraje no tienes ni la más repajolera idea, ¿verdad? Porque de ser así no lo habrías comparado con la construcción de puentes o la producción de vino y sus intereses económicos, como bien dice Gerardo. Claro, parece que aquí ocurre como en el fútbol, que todo el mundo opina como si fueran entrenadores y/o jugadores… estamos hablando, estamos hablando… pero mejor nos iría si lo acompañáramos de conocimiento de causa.
…
¿Pero sabes lo más sangrante del tema, A? Que ni siquiera ese propio mundo del corto sabe hacer las cosas cuando se le da la oportunidad, promulgando ellos mismos normas que van en contra de sus propios intereses, haciendo ‘corta y pega’ de listados sin el más mínimo sentido (lo del caso del Goya al Cortometraje Documental es de traca, por no decir de vergüenza ajena, lamentable o patético) y cortando las alas a creadores, sea cual sea la edad que tengan, sin (volviendo la tema crematístico) absolutamente ningún interés económico…
…
Todo esto me hace pensar sobre el valor de asociaciones supuestamente defensoras de los cortometrajes, de los propios premios Goya e incluso de los festivales… De pena, penita, pena…
….
En fin… Sea como fuere, en 50 años (para algunos más, para otros menos) todos muertos, así que mejor reírse pues ninguno saldremos vivos de ésta, aunque nuestro ego, el ego de todos, nos haga creer que viviremos para siempre, jejeje…
A. dice
Pues a mí me parecen ejemplos muy prácticos. La enología y el diseño son actividades que tienen un componente creativo y que son susceptibles de ser explotadas económicamente, igual que un corto. Tú puedes hacer vino en tu casa y que te salga estupendo o puedes hacerlo igual de estupendo siguiendo los estándares legales para poder explotarlo. Igualmente tú puedes hacer un corto en tu casa con unos amigos y puedes hacer el mismo corto con los mismos amigos siguiendo los estandares legales para poder explotarlo. Si no quieres seguir los estándares legales puedes usar el vino para consumo propio y de tus amistades o puedes enseñar el corto a tus amigos, usarlo como bobina promocional o «regalárselo» al mundo a través de YouTube, pero no podemos meter en el mismo saco a los que siguen los cáuces legales y a los que no lo siguen. Si no estás de acuerdo con la ley entonces reúne 500.000 firmas y las presentas en el Congreso que para eso existen las Iniciativas Legislativas Populares pero si tiene los mismos beneficios el que la cumple que el que la incumple entonces reinaría la anarquía, independientemente de que uno la considere justa o injusta, que es otra cuestión.
No creo que la Academia ni las Asociaciones sean las causantes de «cortar alas a los creadores», no creo que tengan tanto poder. Es más, no creo que, al menos en España, alguien pueda impedir que un creador haga su trabajo. Otra cosa es que se pretenda obtener rendimiento económico de un bien artístico creado al margen de las leyes y, tomando como ejemplo el Goya del que hablas, eso implica que si tú ganas un Goya que te sirve para vender tu corto a televisiones de España y del Mundo con su correspondiente beneficio económico entonces yo sí que creo que el trato debe ser distinto porque, sin entrar en la eterna polémica de «industria del corto sí» vs. «industria del corto no», lo cierto es que hay mucha gente que alimenta a sus hijos directamente con el dinero que obtiene de la explotación del corto (distribuidores, agentes de ventas, plataformas de inscripción en festivales, compradores para tv, etc) así como de su producción (alquiler de equipos de cámara, luces, servicios de postproducción, catering, etc). Por mucho que queramos separar el corto del largo todos estos agentes involucrados en un corto cobran por ello y por lo tanto existe una actividad económica. Es curioso que pretendamos eliminar la seguridad legal que ampara actualmente al cortometraje cuando nos rasgaríamos las vestiduras si alguien sugiriese hacer lo mismo con otros productos culturales. Por supuesto que un corto no es un largo, ¿pero tan diferente es que lo hace merecedor de todo tipo de derechos pero ninguna obligación? ¿Qué lo hace un bien cultural tan exclusivo que puede campar a sus anchas al margen de cualquier legalidad que en cambio sí se exige a producciones teatrales o musicales de cualquier tipo? No olvidemos que todas estas leyes se han dictado para proteger al artista y al creador (salario mínimo digno, derecho a indemnización, prevención de riesgos laborales, etc) que antes no tenían, por eso es curioso que ahora pretendamos derogarlas aludiendo a «las alas» del propio creador.
Pero suscribo totalmente tu último párrafo, B. Nadie es tan importante como para darle más importancia a cada cosa que la de intentar mejorarla en la medida que podamos. Quizás deberíamos llamar a C. y entre los tres podríamos crear nuestra propia Academia de las (3) Letras 😉
B. dice
Sinceramente A, hay muchas cosas en las que estoy de acuerdo contigo, no en todo pero sí en varias.
Me parece bien lo de la Academia de las (3) Letras con C, jejeje…
C dice
Señor A, como alguien que lleva muchos años en el mundo del cortometraje voy a ponerle el verdadero ejemplo de lo que sería un corto, ni vinos ni puentes: yo reuno a un grupo de amigos para formar un equipo de fútbol sala para jugar a la salida de nuestro trabajo, para hacer deporte y divertirnos y desahogarnos, pero no podemos hacerlo porque tenemos que darnos de alta en la seguridad social, tenemos que ponernos una nómina, tenemos que justificar un gasto en hacienda, tenemos que contribuir con nuestro equipillo a costear la sanidad, los hospitales, los servicios públicos… ¿Si yo soy un actor profesional me van a impedir colaborar en un cortometraje altruistamente? Si yo soy un montador ¿no voy a poder ayudar a un colega en su trabajo?. Si yo soy director ¿me van a impedir ceder mi corto a un festival para que lo proyecten a cambio de nada?. Como bien decía Gerardo, si yo no voy a sacar un beneficio económico de mi trabajo, pero ahora me apetece estar en los Goya, ¿ya no tengo la oportunidad de justificar legalmente mi trabajo, y repartir beneficios si los llegase a haber, que lo dudo?.
Todos nos las prometíamos muy felices con la desaparición del 35 mm y la llegada del cine digital. Un mundo mucho más democrático, pero no, ¡oh infelices!, ya se inventan otros mecanismos para que haya una primera división, con uno pocos cortometrajes privilegiados a golpe de talón, eliminando competencia molesta que nos puede hundir en la miseria, una segunda división con cortos más libres y creativos, y una tercera y regional preferente en la que está hasta las bodas de oro del abuelo.
Personalmente nunca me interesó un certamen en donde pasan por alto cortos que incluso llegan a los Óscars, en donde son finalistas miembros de la academia, incluso la vicepresidenta, en donde nunca se ha apoyado al cortometrajista de base, en donde hay que hacer una campaña encarnizada de publicidad con los miembros de la academia para que sepan que existes y poder estar nominado, en donde puedes tener una inspección de hacienda por menos de nada. En fin señores, déjenme seguir jugando con mis amigos a hacer películas, que cuando haga largos ya tendré tiempo suficiente para prostituirme.
Mi conclusión es que hay muchas ganas de seguir siendo clasistas en un mundo clasista, en donde las grandes productoras e incluso directores ya consagrados hagan su selecto club, y donde ellos se lo guisen y ellos se lo coman. Nos vemos en Alcalá de Henares, en Medina del Campo, en Zinebi,… y ya me cuentan ustedes que tal les va en San Sebastian, Cannes y Los Goya.
Marcos dice
Mi experiencia como cortometrajista: Hace unos años me propuse sacar adelante mi proyecto de cortometraje, primero subvención al ICAA, después de más de un mes currandome mi proyecto todo se fue al traste por un error administrativo (aún así nadie me aseguraba que me fuesen a dar algo). Recurrí a un amigo de mi padre, colchonerías Paco, para que me subvencionase el coste de material y equipo (1 día de rodaje a todo trapo, para no pagar mucho alquiler) a cambio de su logo en los títulos de crédito. Así lo hice, no quería que mi guión, que era muy bueno, se quedase en un cajón. Tengo la suerte de trabajar en Tv (limpiando los platós) por lo que conozco a un montón de gente del gremio que me ayudó encantado a sacar adelante mi cortometraje. La verdad es que me fue muy bien, 40 selecciones (eso si, algunas en pueblos perdidos, pero que me hace igual de ilusión), 3 premios y la compra de los derechos en una conocida cadena de pago. Dos de los premios fueron de 300 euros, que me gasté en viaje y en cenas, el tercero fue de 1.000 euros (bueno, no, me quitó 300 hacienda). La compra de los derechos de televisión fue por minutos (cachis, mi corto dura 5 minutos, no 30). Me lo gasté en invitar a comer al equipo, deciros que tuve que poner dinero cuando me trajeron la cuenta.
Puedo decir que mi corto fue muy bien, hay colegas que no tienen esa suerte a pesar de tener buenos trabajos (somos muchos en esto), pero fue mi último cortometraje. Me fue bien y me arruiné.
Por favor Mister «A», dígame cual es la fórmula para enriquecerse haciendo cortos, poder pagar a todos los profesionales, a la Seguridad Social, al catering y el alquiler de los equipos, y que todavía me genere dinero para mi lucro personal. Dígamelo, a no ser que usted sea un inspector de hacienda o tenga mucho interés en quedarse solo en el mundillo.
Le. dice
Totalmente de acuerdo. Y te estás poniendo en el mejor de los casos CON AYUDAS estatales. Si no recibes ese tipo de ayuda o, qué sé yo, no obtienes el dinero por crowdfunding o con tu tía del pueblo que es rica, ¿alguien me puede decir de dónde sacas el dinero? Y más aún pensando – que no nos engañemos-, hacer cortos NO da dinero. Por lo tanto el error es sentar dogma comparando paradigmas de industrias que TIENEN MUCHA DEMANDA y tienen vías de distribución MUY MASIVAS y muy establecidas.
Hacer un corto: rentabilidad, en el 99% de los casos, CERO. Ningún empresario con ambición económica (definición natural de empresario) se metería en esto si no fuera buscando unos valores no tangenciales. A nivel económico hablando, el corto no existe como transación de productor/servicio. Por lo tanto hacer un cortometraje, lo siento pero no es un trabajo porque no existe industria, porque no existe ni la demanda ni el entramado suficiente para que esto suceda de esta forma tan maravillosa que los defensores como A. alegan. Hay gente con talento, joven, que no tiene un duro y sacan algo de calidad y con ingenio. Y si no pertenece a una familia «bien» o no consigue optar a ayudas o una donación personal externa (repito, más motivada de buenas intenciones y amor por el cine que de perseguir un beneficio económico), esa persona nunca saldría a la luz de la clase A, o como queréis llamarlo. ¿Es esto lógico? ¿Cómo sino cubre esos gastos? ¿De su trabajo en otra cosa? Más vale que tenga un buen sueldo… Lo que proponen personas como A. está muy bien. En un mundo donde la gente tenga capital y esto sea una industria real. Donde sepas que inviertes porque vas a ganar. Antes de compararlo con esos lares, compárelo con el arte de la pintura. Nadie discute en ese caso un premio de pintura y que pueda pertenecer a los mejores museos mundiales. A lo mejor fabricó sus propias pinturas y no las compró en el corte inglés. Y nadie le pedirá el ticket de compra de sus pinturas para darle un premio. No olvidemos que estamos hablando de un sector artístico y algunas personas lo queréis ver como venta de panes. Y este pan NO SE VENDE. Todos quisiéramos que fuera de otra manera. Pero esta es la dura realidad. Y en el mejor de los casos, como dice Marcos, en una venta en tv (yo también vendí en una cadena y me dieron 300 e), nunca vas a cubrir gastos. Hay casos aislados que consiguen revertir. Pero desgraciadamente el corto, aún siendo un formato igual de respetable que el largo, no es un producto comparable con ninguna industria como la que mencionas.
Y volviendo al mundo de la pintura. Lo que no deseo nunca es que la calidad de tu obra se mida por la calidad de tu cuenta bancaria o de tus contactos para poder tener esos avales legales. Porque todos sabemos que la calidad artística no depende en todo su peso de la inversión económica, si no que hace más el ingenio. Y la pintura es un buen ejemplo de clasismo y elitización interesada de una obra artística según a qué ámbito pertenezcas. Ojalá eso nunca se asiente en el cine de forma tan descorazonadora.
Yo veo el cine (a lo mejor soy bucólico y romántico) como algo de compañeros. En los que todos quieren profesionalizarse y pagar a la gente, obvio. Pero la profesionalización legal es muy complicada para el 99% de los casos. Y estos argumentos como que «la gente que actua de forma alegal» etc etc «que rompen la industria»… Les digo… ¿Qué industria? Limítense a hablar de los cortos subvencionados. Y para mi cine DE CALIDAD y de PRIMERA DIVISIÓN es el que me conmueve no el que tiene x certificados. Y nunca el punto va a estar en ponerse a malas con compañeros que simplemente no pueden cumplir los requisitos en todos los casos. Sino en unir fuerzas para, entre todos, los que consiguieron entrar en lo que ellos llaman 1a división y los que no, nos rompamos el coco fuera del sector para conseguir interés por este formato y demanda para que esto origine de forma natural las circunstancias que hagan viables esas exigencias para todos.
Ahora, si discutimos sobre si «yo soy más «pro» que tú» (implícito en los argumentos)… Ó «pero yo considero que aunque no he podido llegar a estar en esa liga mi trabajo es igual o mejor» (que es obvio que esto es real con o sin goya)… O con la actitud de «no os legalizáis porque no os da la gana». Mal andamos. Más empatía y más visión conjunta de lo que es realmente esto. Un hobbie que cuesta mucha pasta. Y aunque seamos profesionales porque tenemos formación etc etc y llevamos «x» tiempo trabajando en alguna producción de tv o cine más allá del corto, hasta que no sea algo rentable no será nunca un negocio por el que poder establecer esas exigencias para todos.
B. dice
Vaya A… aunque reitero que estoy de acuerdo contigo en ciertas cosas de las que dices, creo que también suscribo mucho de lo que dicen C y Marcos…
Gerardo dice
Veo que el tema se ha desviado de mi primer comentario del viernes, aunque todas las partes tienen mucho de razón. Lo que yo intenté decir es que hay mucha gente que cuando saca un cortometraje adelante desconoce ciertos formalismos. Si su corto es legal ¿porqué no tener la oportunidad de corregir y certificar esos papeles ahora? ¿porqué dejarlos fuera cumpliendo todos los requisitos?. Esa era mi pregunta y mi indignación. Y eso es lo que va a pasar, mucho corto «legal», con premios importantes a sus espaldas y expulsados de estos Goya teniendo todo en regla. Hoy en día, que el gran cine en España ha ido a parar a manos de grandes productoras de tv, lo único que nos queda independiente y fresco son los cortos, y se les están complicando las cosas aún más con una ferrea burocracia que no deja corregir «errores, olvidos o desconocimientos» a mi entender a tiempo.
ismaelmartin dice
Al hilo de tu comentario y estando de acuerdo con la mayoria de lo que se ha dicho (muchas gracias por tantos comentarios!), el tema se ha desviado hacia la legalidad del corto, que seria para tratar aparte. En el post intento analizar las nuevas bases de los Goyas, y a veces nos olvidamos que la Academia de Cine es una fundación privada e independiente, está bien que solicite la nacionalidad, pero no entiendo que endurezca las bases en este sentido, y sobre todo que se intente solucionar el problema legal con los Premios Goyas, son temas diferentes.
A. dice
Bueno, qué animado se está poniendo esto! Creo que esto ya da para una Academia de (varias) Letras 😉
Entremos en faena…
Sr. C:
Para echar una pachanguita futbolera con los amigos no se requiere nada más que un campo y un balón; para jugar en un campeonato, sea cual sea, hay que inscribirse y cumplir unas reglas básicas que operan para todos por igual; y para jugar en una división, aunque sea 3ª regional, tienes que estar federado y pagar tus cuotas. Todo depende de a donde uno quiera llegar con su equipo.
Todo el mundo es libre de trabajar gratis, faltaría más. En un corto de operador de cámara, en una obra cargando sacos de cemento y en el bar de una prima poniendo cafés. Pero si llega una inspección de trabajo a cualquiera de estos dos últimos lugares le caerá una multa al responsable. ¿Por qué nos parece bien que eso ocurra pero no si es un cortometraje? Y si es un largo de bajo presupuesto, algunos con menos aún que ciertos cortos, ¿debería entonces según el criterio argumentado evadirse la contratación de cualquier trabajador?
Lo ha explicado Ismael muy bien respecto a la Academia: es una institución privada y puede hacer lo que quiera, ya sea alinearse con los requisitos del ICAA o desmarcarse y ambas opciones deberían ser 100% respetadas igual que yo no quiero que nadie me diga cómo debe regirse mi comunidad de vecinos, eso sólo compete a los vecinos que para eso han aprobado unos Estatutos y si uno no lo es, ¿a qué tanto revuelo? Y si uno sí lo es, pues que lo proponga en la siguiente Junta vecinal en el apartado de «Ruegos y Preguntas».
¿Qué significa «pasar por alto cortos que llegan a los Oscar»? ¿Que no han estado nominados? Bueno, por suerte hay disparidad y libertad de criterios, si no, por poner un ejemplo, habría que darle automáticamente ya el Goya a «Timecode» por ganar Cannes. Aunque otras veces sí coincide como pasó con «Aquel no era yo».
Afirmar que los cortos en los que se da de alta a los trabajadores son unos pocos privilegiados a golpe de talón que impiden que el resto pueda «ascender a primera división», aparte de no ser cierto minusvalora el trabajo del productor, ya que ese «talón» es suyo (porque con subvención o sin ella él siempre deberá adelantar el dinero) y paga a sus trabajadores porque es lo ético, lo legal y encima es bueno para el sector. No veo nada humillante en eso para que se le recrimine como si el productor tuviera un «árbol del dinero» en su casa y mucho menos porque alguien en este país quiera cumplir la ley. Ya hay bastante gente que la incumple (y algunos entre los que nos gobiernan) para que encima pretendamos quitarle valor a las acciones del que la cumple.
Marcos:
Has abierto otro melón sobre el que debatir: la rentabilidad del corto. Por un lado no das datos económicos suficientes para valorarlo en profunidad y por otro es demasiado largo para dedicarle el tiempo que se merece y desde luego sería en otro hilo de conversación. Pero la fórmula para enriquecerse haciendo cortos es la misma que para enriquecerse haciendo largometrajes, obras de teatro o canciones de éxito: no la hay, porque si la hubiera la replicaríamos sin fin. Pero una cosa es que sea rentable y otra que sea amortizable, es decir yo no veo descabellado que uno recupere lo invertido por medio de ayudas y ventas pero sí es mucho más difícil que uno obtenga beneficios de la inversión debido principalmente al coste de la distribución y a la minoración de los premios en metálico. Yo nunca he dicho que el cortometraje sea una actividad para lucro del cortometrajista sino que es una actividad económica que da de comer a mucha gente, es algo muy distinto. En un cortometraje se deben asumir los costes de producción como un valor por el trabajo dedicado no como un lucro personal. Hay una diferencia básica. Por eso no veo lógico que un actor cobre lo mismo por un día de rodaje en un corto que un largo pero en el primer caso le dedica un trabajo y lo mínimo que debe estar es cubierto laboralmente.
Gerardo:
El problema principal del formalismo legal al que aludes es que realmente no es un formalismo que pueda ser subsanado como cuando uno se olvida de adjuntar un certificado a una solicitud. Se trata de que no cumple los requisitos mínimos porque no dio de alta a los trabajadores durante el rodaje y la ley no permite las altas retroactivas. La forma en que históricamente han eludido los cortometrajistas esta ley es, una vez que obtenían la preclasificación a los Goya por medio de algún festival clasificador, daban de alta durante un día a aquellos trabajadores que fueran a aparecer en los créditos y luego solicitaban el correspondiente certificado de nacionalidad, incurriendo en lo que se conoce jurídicamente como «fraude de ley», es decir, usas un resquicio de la ley para obtener algo contrario a sus fines. El problema con todo esto es que al pedir el certificado de nacionalidad al ICAA automáticamente cruzan los créditos del corto con los datos que tiene el Ministerio de Trabajo de esos trabajadores y si no aparecen como empleados por el productor entonces reciben una multa. A ningún corto «se le expulsa de los Goya» por no tener el certificado de nacionalidad, simplemente establecen sus bases que si quieren inscribirlo para los Goya antes deben haber cumplido la ley, sin fraude alguno. Esto no está reñido con que dicho corto gane 1000 festivales por todo el mundo, pero la Academia ha decidido establecerlo en sus bases para los Goya y está en su derecho. Por ejemplo, la Academia de Hollywood impide la inscripción a los Óscar de un corto que haya sido emitido en TV aunque haya ganado un festival clasificador y no por eso va uno a decir que «le han echado de los Óscar» por muy bueno que sea o muchos festivales que haya ganado.
Saludos.
Edu dice
Hola a todos:
A
Coincides en muchos puntos con gente con la que hablo y discuto mucho sobre el tema de la legalidad, y creo que el problema está más en intentar sentar catedra sobre que es lo correcto, de hecho los debates están también haciendo que se vean nuevos puntos de vistas.
Gerardo.
Creo que hay una cosa en lo de dar de alta, que también puedes estar seleccionado por 6 selecciones en festivales en el caso de ficción, aqui puedes volver a los antiguos casos de dar de alta a la gente después.
TODOS, pero en especial a B
Los datos que obtuvo la Academia para sacar las bases es de las encuestas que les pasaron las asociaciones a las que dices no querer pertencer, pero creo que en esta encuesta, de la que yo no estaba de acuerdo en muchas cosas, está una de las bases, si la gente participara más sabría lo que está sucediendo y luego no se llevarían las sorpresas.
También decir que creo que la Academia al ser privada puedehacer lo que quiera, pero también estaría muy bien que en vez de hacer lo que han hecho de igualar animación y documental a ficción hubiese sido al revés, es decir, que el comite de selección de los cortometrajes se viera todos los cortometrajes que cumplan con la nacionalidad. Así se conseguiría que todos los que tuvieran interés en ir a los GOYA dieran de alta al equipo a priori ya que sabes que es una condición indispensable para que sea valorado.
Pues chimpún, pero estos temas siempre habría que hacer caso a nuestros mayores y como un día escuché decir a José Luis García Sánchez hablarlo en los bares.
Edu dice
Hola a todos:
Voy a escribir algo que hice ayer por la noche y no sé si me acordaré de todo.
Primero.
A:
Durante el Festival de Aguilar de Campoo, en el de Medina o en la Semana del Corto de Madrid hubo varios debates sobre la legalidad en el mundo del corto y tu postura tiene defensores varios, pero también es verdad que mucha gente con cada nuevo debate se va con más dudas de las que empezó.
B:
La Academia ha sacado las bases mediante el voto de gente que pertenece a las asociaciones que se comunican con ella, por lo tanto no veo tan malo lo de asociarse, pero también hay que tener en cuenta que en las asociaciones hay distinto tipo de gente.
Gerardo:
No sé si a lo mejor no tienes la nacionalidad, y ganas un premio, si la pides después no se si podrás entrar en vez de por el premio por las 6 selecciones mínimas, que doy por hecho que si ganas un festival gordo 6 selecciones tedrás casi seguro.
Todos:
A mi por ejemplo una cosa que me disgusta es la equiparación de animación y documental a ficción, en vez de ser al revés.
Me explico:
me gustaría que todos los cortos con nacionalidad pudiesen ser peseleccionados, creo que la ventaja de esto es que todos harían por sacarse la nacionalidad, la desventaja es para el cómite de selección de la Academia que tendría que verse más cortos.
Pero bueno, la Academia es un ente privado así que en realidad puede hacer lo que le de la gana, por lo que ya veremos.
Creo que eso es todo lo que iba a decir ayer.
Saludos a todos
No, me falta el final.
Y como oi decir a José Luis García Sánchez, esto también se pude discutir/arreglar/lo que sea delante de una caña en los bares.