Esta misma mañana se han leído las nominaciones a los Premios Goya 2018. Los cinco cortos nominados a los Premios Goya al Mejor Cortometraje de Ficción han sido Australia, de Lino Escalera, Baraka, de Néstor Ruiz Medina, Como yo te amo, de Fernando García-Ruiz, Extraños en la carretera, de Carlos Solano y Madre, de Rodrigo Sorogoyen.
Estoy muy contento ya que estamos distribuyendo Australia y Madre, y también Primavera Rosa en México, de Mario de la Torre, nominado como Mejor Cortometraje Documental.
Si lo analizamos bien, en los últimos años la importancia y la repercusión los Premios Goya al Mejor Cortometraje de Ficción ha cambiado mucho y desgraciadamente ha perdido gran parte del valor que tenía hace años.
Ha pasado de ser una garantía para realizar una ópera prima, a un mero reconocimiento, que ni siquiera te convierte en académico, y parece que tampoco ayuda mucho a que los productores te llamen para empezar a trabajar en tu primera película.
Si observamos la historia de los Premios Goya en esta categoría, y analizamos las tres últimas décadas descubrimos una cambio de tendencia, que debería hacernos pensar.
Empieza en los noventa, donde todos los directores ganadores de un cortometraje consiguieron rodar su primera película, y llega hasta nuestros días, donde cada vez es más complicado.
Hay tres hitos que marcan esta evolución y que curiosamente coinciden con el comienzo de cada década, se trata del Goya conseguido por estos tres cortos:
- 1990 – El reino de Víctor, de Juamna Bajo Ulloa.
- 2000 – Siete cafés por semana, de Juana Macías.
- 2010 – Di me que yo, de Mateo Gil.
En este post analizo los Goyas conseguidos por cada director, y su posterior evolución hacia la realización de su respectivas óperas primas. Esta estructurado por décadas: los noventa, la década del 2000 y la actual.
Década de los 90 (1990-1999)
Empecemos por la década de los noventa, una de las mejores que ha dado el cine español. También es la década donde comenzó a mejorar la producción de cortometrajes, y donde se sentaron las bases de la gran calidad en la producción que hemos tenido en los últimos años.
El comienzo de la década viene marcado por el Premio Goya al cortometraje en 1990 a El reino de Victor, de Juanma Bajo Ulloa.
A continuación, enumero los directores ganadores de un Premio Goya al Mejor Cortometraje de Ficción, y los años que necesitaron para rodar su ópera prima:
- Juanma Bajo Ulloa, El reino de Victor (1990), 2 años después gana el Goya por su opera prima, Alas de mariposa (1992).
- Alvaro Fernandez Armero, El columpio (1993), 2 años después es nominado por Todo es mentira (1995).
- Santiago Segura, Perturbado (1994), 5 años después es gana el Goya a la mejor ópera prima con Torrente, el brazo tonto de la ley (1999).
- Javier Fesser, Aquel ritmillo (1995), 4 años después es nominado por El milagro de P. Tinto (1999).
- Miguel Bardem, La madre (1996), 4 años después nominado por La mujer más fea del mundo (2000).
- Achero Mañas, Cazadores (1998), 3 años después obtiene el Goya por El bola (2001).
En total son 6 directores que, tras ganar el Goya al corto, vuelven con su ópera prima pocos años después.
El resto de los directores que ganaron un Goya a un cortometraje de Ficción en estos años, también consiguieron rodar su ópera prima con una media 4 años, aunque ya no fueran nominados:
- Gracia Querejeta, consiguió el Goya al Mejor Cortometraje por el El viaje del agua (1991), 4 años después dirige Una estación de paso (1995), que no es nominada a la mejor ópera prima.
- Jesus R. Delgado, La viuda negra (1992), 4 años después dirige La vida de tus sueños (1996).
- Roberto Lázaro, La viga (1997), 4 años después dirige La leyenda de fuego (2001).
- Jacopo Rispa, Un día perfecto (1999), 4 años después dirige No debes estar ahí (2003)
Esta tendencia, que se inicia en 1990, por la que si un director que ganaba un Goya con el corto realizaba su opera prima en pocos años, cambia de manera brusca con el cambio de siglo.
Década del 2000 (2000-2009)
En el año 2000 Juana Macías obtiene el Premio Goya al Mejor Cortometraje de Ficción por Siete cafés por semana. Juana ha tardado 11 años en realizar su primera película como directora, Planes para mañana, que fue nominada en el 2011 a la Mejor Ópera Prima.
Estos son los directores que obtuvieron un Goya al mejor corto durante esta década:
- Juana Macias, Siete cafés por semana (2000), 11 años después es nominada por Planes para mañana (2011).
- Ana Martínez, Pantalones (2001), aún no ha rodado un largometraje de ficción, solo largometrajes documentales para TVE.
- Gustavo Salmerón, Desaliñada (2002), hasta el 2011 no dirige La matanza, su primer largometraje documental. Este año 2017, ha estrenado su segundo largo documental, Muchos hijos, un mono y un castillo, nominado a los Premios Goya 2018. Aún no ha rodado su primer largometraje de ficción.
- Rafa Russo, Nada que perder (2003), después de 4 años dirige su ópera prima, Amor en defensa propia, que no es nominada al Goya.
- Daniel Guzmán, Sueños (2004), 12 años después obtiene el premio Goya por su ópera prima, A cambio de nada (2016).
- Alberto Ruiz Rojo, Diez minutos (2005), aún no ha realizado su ópera prima.
- José Javier Rodríguez Melcón, Nana (2006), aún no ha realizado su ópera prima.
- Salvador Gómez Cuenca, A ciegas (2007), aún no ha realizado su ópera prima.
- Abdelatif Hwidar, Salvador (Historia de un milagro cotidiano) (2008), 4 años después realiza su primer largo documental, Kanimambo, junto con Carla Subirana y Adán Aliaga. Aún no ha realizado su ópera prima en ficción.
- Isabel de Ocampo, Miente (2009), 4 años después es nominada a la Mejor Ópera Prima por Evelyn (2013).
En esta década el cambio tras Siete cafés por semana es radical, de los 10 directores que han obtenido un Goya al Mejor Cortometraje de Ficción, solo Rafa Russo e Isabel de Ocampo ruedan su opera prima en un intervalo de 4 años, y solo Isabel ha sido nominada por ello.
Daniel Guzmán es el único en esta década que consigue un Goya con su ópera prima, después de haberlo obtenido con un corto. Se trata de una excepción, cuando unos pocos años antes era lo más habitual. Daniel necesita, nada menos, que 12 años para conseguirlo.
La mitad de los directores premiados con un Goya en esta década, aún no han realizado su primer largometraje de ficción.
En estos años sí que hay directores nominados que consiguen hacer su ópera prima. Entre ellos nos encontramos con Borja Cobeaga, que en el 2002 es nominado por La primera vez, y en 2007 es nominado al Óscar por Eramos pocos, que no tuvo nominación a los Goya. Su ópera prima, Pagafantas es nominada a los Goyas en el 2010, 8 años después.
Hay que mencionar también el caso de Daniel Sánchez Arévalo, que en 2004 es nominado por Express, posteriormente realiza dos cortos más, Física II y La culpa del alpinista. En 2007 obtiene una nominación por su ópera prima, Azuloscurocasinegro, tan solo 3 años después de la nominación al Mejor Cortometraje de Ficción.
Década actual (2010-2018)
En 2010 Mateo Gil gana el Premio Goya al Mejor Cortometraje de Ficción por Di me que yo (que también distribuimos dentro del programa Madrid en corto). Este corto se realiza 10 años después de Nadie conoce a Nadie, que es nominado como Mejor Ópera Prima en el 2000.
Es la primera vez que los Goyas invierten la tendencia, y premian a un cortometraje después que su director haya realizado su ópera prima.
Estos son los directores que obtienen un Goya con su cortometraje de ficción:
- Mateo Gil, Di me que yo (2010), 10 años antes es nominado por Nadie conoce a Nadie (2000).
- Maria Reyes, Una caja de botones (2011), aún no ha realizado su opera prima.
- Fernando Trullols, El barco pirata (2012), aún no ha realizado su ópera prima.
- Esteban Crespo, Aquel no era yo (2013) (ya estuvo nominado en 2009 con Lala), 5 años después dirige su ópera prima Amar (2017).
- Gaizka Urresti, Abstenerse agencias (2014), realiza su ópera prima, Bendita Calamidad en el 2015, un año después de su nominación.
- Patricia Font, Café para llevar (2015), está rodando ahora su ópera prima, que tiene previsto su estreno en 2018, por lo que podrá optar a los Premios Goyas del 2019, 5 años después.
- José Luis Montesinos, El corredor (2016), aún no ha rodado su ópera prima (aunque está en fase de preproducción).
- Juanjo Giménez, Timecode (2017). Dirige su primer cortometraje en 1995, Especial (con luz) y en 2010 dirige su primer largometraje documental Esquivar y pegar, 6 años antes.
En esta década solo Esteban Crespo y Gaizka Urresti han conseguido rodar su ópera prima. En el caso de Esteban ha necesitado una nominación al Óscar y Gaizka lleva una importante trayectoria como director de cortometrajes. Patricia Font la tendrá el año próximo, y Juanjo Gimenez y Mateo Gil ya la habían realizado con anterioridad. Hay tres directores que no han llegado a realizar su ópera prima en esta década.
¿Qué ha pasado en el nuevo siglo?
Tras este análisis me surgen más preguntas que respuestas y creo que invita más a la reflexión ¿Qué ha pasado en el cine español, y en los Premios Goya, para que se haya convertido en excepción, lo que antes parecía ser una norma?
¿Qué ocurrió entre finales de los 90 y principios de los 2000 para un cambio tan brusco?
¿Porqué ganar un Goya parece que ya no te ayuda a realizar tu ópera prima?
Irene dice
Ciertamente, todo ha cambiado, antes rodar cortos era el proceso de creación antes de la opera prima y ahora se ha convertido en un trabajo extra que financiar con tu trabajo a media jornada (si lo tienes) y un proyecto en el que se requiere una implicación total… Dijeron hace 5 años que las películas son los nuevos cortos, ¿es al revés? ¿Ya no llegamos a las películas así que peleamos por sacar adelante el corto?
últimamente parece un proceso creativo para trabajar de creador de contenidos.
Y si eso no funciona, pasar al teatro…
Tampoco, al micro.
Tampoco, los podcast.
En cualquier caso, muchos lo logran y siguen peleando y logrando reconocimiento y mucha motivación, pero no es el caso para todos, y muchos acaban muy desencantados… Es una realidad que saca a mucha gente del sector y, a muchos, replantearse si seguir.
Es una carrera de fondo, en todo caso.
¡Cuánto me ha hecho pensar este post! ¡Gracias!