Las tasas de inscripción continúan creciendo, tanto en nuestro país como en Europa, una evolución lenta pero constante, sin marcha atrás.
En estos meses, he conocido algunas novedades en torno a este proceso.
Un repaso de a la situación de las tasas de inscripción
El Festival de Gijón ha abierto hace unos días la convocatoria con una tasa para cortometrajes de 10€, hasta ahora la tasa era solo para cortometrajes internacionales. Huesca por su parte, es otro de los festivales españoles importantes que ha adoptado tasas de inscripción, pero solo de 2€, evolucionando desde el euro que cobró el primer año.
En el caso del Certamen de Cortometrajes de Soria, este año ha continuado cobrando una tasa de 5€ en su segundo y último deadline en junio, mientras que el primero lo mantiene gratuito en abril.
A nivel europeo ha sido significativo que una plataforma como shortfimdepot, que hasta ahora se había mantenido al margen de las tasas y no admitía festivales de pago, haya cambiado su política y ahora sí los admite, gestionando pagos directamente a través de la plataforma.
Este cambio ha tenido efectos positivos, como la incorporación a esta plataforma del Festival de Tampere, que cobra tasas desde hace ya algunos años y ha abierto convocatoria esta misma semana. Es un buena noticia que por fin abandone la exclusividad con Reelport.
Crisis, masificación, digitalización y la llegada de las plataformas de inscripción de pago, son algunas de causas que ha provocado la irrupción de las tasas de inscripción en los festivales europeos de cualquier tamaño. Práctica muy habitual en los festivales en Estados Unidos.
Haciendo cálculos sobre mi propia base de datos, de unos 3500 festivales a nivel internacional, el 50% aprox., unos 1700, cobran algún tipo de tasas. Son datos muy relativos, pero que sí nos dan una idea de la situación actual y que nos depara el futuro.
Mientras en Estados Unidos las tasas ayudan a la financiación de festivales, en Europa y en España en particular, no está tan claro. Parece que el principal motivo continúa siendo controlar el flujo de inscripciones para evitar la masificación.
¿Tenemos que incluir las tasas en nuestra estrategia de distribución?
El principal problema que tenemos como distribuidores y productores es que las tasas de inscripción han llegado para quedarse. Una vez que un festival toma la decisión de crearlas, es muy difícil que las quite. Aún no conozco ningún caso.
Por tanto, es un concepto que tenemos que tener muy presente, tanto en nuestro presupuesto, como en nuestros procesos de trabajo.
Esta es una claves de las tasas, ha cambiado mucho nuestro trabajo como distribuidores, ahora también hay que gestionar pagos, negociar descuentos, revisar los precios de los festivales, etc. Procesos que hace unos años prácticamente no hacíamos. Ahora, los festivales tienen un precio y eso condiciona todo nuestro trabajo.
A pesar de todo ello, aún me encuentro casos de distribuidores, productores y directores que no están dispuestos a pagar tasas de inscripción, una opción posible ya que hay muchos festivales gratuitos, pero desde luego, nada aconsejable.
Ten en cuenta que dejas de lado los festivales más importantes, tanto de largometrajes como de cortometrajes. De hecho gran parte de los festivales de cortometrajes más prestigiosos en Europa están ya cobrando tasas, salvo casos muy concretos como Clermont-Ferrand o Winterthur.
Además de los festivales que te puedes perder, también creo que es importante generar un sistema de trabajo en torno a las tasas, nosotros hemos tardado varios años en adecuar nuestros procesos a la negociación y al pago de tasas, así como mejorar la base de datos.
Cómo trabajar con las tasas de inscripción
Tanto si vas a empezar a distribuir tu película, como si ya estás en pleno recorrido por festivales, estas son algunas consideraciones que podrías tener en cuenta para en tu proceso de trabajo con tasas de inscripción:
#1 Revisa bien los festivales
El primer paso sería conocer bien los festivales donde vas a inscribir tu película y si realmente merece la pena el pago de la tasa. Estos años han proliferado los pseudo-festivales y los festivales falsos que cobran tasas, por tanto hay que mirarlos muy bien y no pagar a ciegas.
#2 Aprovecha los earlies deadline
Ahora tienes que llevar un mayor control de los plazos y las fechas límite para que no se disparen tus gastos de distribución, intenta siempre hacer la inscripción cuanto antes.
#3 Negocia las tasas
En cuanto ya tengas claro los festivales, escríbeles e intenta negociarlas, muchos festivales hacen descuentos, e incluso puedes conseguir excepciones de pago, en inglés waiver.
Hay un detalle muy curioso a tener en cuenta. Aunque pueda parecer lo contrario, en Europa es más complicado negociar tasas, son más pequeñas y los festivales tampoco están muy acostumbrados a trabajar con ellas. En cambio en Estados Unidos es algo más sencillo, ya que llevan muchos años trabajando con ellas y están más acostumbrados a hablar de dinero. Aunque también hay tendencia a dar menos descuentos y waivers.
#4 Controla el gasto
Una vez que hayas pagado, lleva un control de los gastos en la misma tabla de excel donde tienes los festivales. Como las tasas son micropagos, en el día a día puede parecer que no te estás gastando mucho dinero, pero cuando llevas mucho tiempo de distribución y pagando tasas, puedes llevarte una sorpresa.
Uno de los problemas de las tasas es que no tienen un límite muy claro, puedes gastarte todo el dinero que puedas y mucho más. Hay cientos de festivales, pero cuidado, que no todos merecen la pena.
En resumen
Si dentro de tu estrategia de distribución tienes previstos festivales con tasas, adelante. Personalmente intento no inscribir a festivales sin haber negociado antes un descuento, y en muy pocos casos hago inscripciones en regular o late deadline sobre tarifa.
Analiza bien la estrategia de distribución, que un festival tenga o no tasa de inscripción no debería ser el único motivo para descartarlo.